Si deseas tener un jardín como el de las revistas, este es el momento de poner en práctica los siguientes consejos para que cuando llegue la estación de verano todo luzca espectacular.
Podar y limpiar las plantas
Sí, es lo primero que debemos hacer. El trabajo consiste en eliminar las hojas que estén secas, las flores que estén marchitas y los tallos que se encuentren deteriorados, para que tus plantas puedan crecer sanas y fuertes.
Los arbustos se deben podar para que crezcan saludablemente y los restos de todo lo que hemos quitado debemos retirarlo del suelo para que no se pudra al mojarse y dañen el césped.
También es importante revisar periódicamente las plantas ya que con las altas temperaturas del verano las plagas proliferaran, de esta manera podremos aplicarles los tratamientos adecuados para prevenirlas.
El abonado de la tierra
El abonado debe hacerse entre la primavera y el verano ya que es el momento en el que las plantas se encuentran con mayor actividad.
Podemos compaginar los abonos orgánicos y los abonos minerales. Los orgánicos, como el estiércol, el compost y la turba, proporcionan menos nutrientes pero ayudan a mejorar el suelo haciéndolo más esponjoso y fomentando la vida microbiana. Los abonos minerales como el potasio, nitrógeno o fosforo, son fertilizantes químicos que le aportan nutrientes a las plantas.
Antes de que comience el verano es el momento perfecto de plantar nuevas especies para que estas florezcan en la llegada de la estación.
Las plantas que se encuentran en macetas también requieren de cierta atención, se debe remover la tierra y abonar para que se desarrollen bien cuando el verano llegue.
Revisar y reparar el césped
Lo primero que hay que revisar son las zonas que se encuentren más secas o sin hierba y retirar el que este pasmado o muerto. Después hay que arañar el terreno para romper la capa impermeable que se forma por los restos de hojas, raíces y tierra. Así oxigenaremos el césped y lo prepararemos para recibir adecuadamente el abono.
También se recomienda resembrar para que este recupere su vigor. Es conveniente realizar riegos más espaciados y profundos para protegerlo de las posibles quemaduras del sol y que la humedad se mantenga en la tierra.
Otro tip es utilizar la hierba cortada que cae al sesgar el césped y utilizarla como un acolchado para protegerla de los rayos solares y mantener la humedad. Esto también se puede aplicar en macetas, utilizando como capa protectora una tela de brezo, piedras pequeñas, corteza de árboles, conchas, grava, etc.